Edad y origen de los gabros del plutón Jilotlán, Jalisco: rocas magmáticas primitivas en la parte sur del terreno Guerrero

Resumen

Un rasgo sobresaliente del arco magmático Cordillerano Mexicano, entre Sonora y Chiapas, es la presencia de numerosos cuerpos plutónicos y batolíticos con edades del Cretácico al Mioceno. En esta contribución investigamos la petrogénesis y las edades de los gabros de Jilotlán, Jalisco, para entender mejor su relación con los plagiogranitos calco-alcalinos del Cretácico Superior que los intrusionan y que son aledaños. Gabros de Manzanillo (Colima), Tepalcaltepec y Aquila (Michoacán) también fueron estudiados. El objetivo de este trabajo es contribuir con nuevos datos al contexto tectónico regional y a los procesos de generación de magmas del arco magmático Cretácico en la parte costera del terreno Zihuatanejo, parte del terreno Guerrero.

Todos los gabros son ricos en hornblenda, lo que indica condiciones hidratadas. Cristales de clinopiroxeno y pseudomorfos de hornblenda contienen inclusiones de plagioclasa, lo que sugiere exsolución por un ascenso rápido. Geoquímicamente, la mayoría de los gabros son calcoal- calinos. Los patrones relativamente planos de elementos traza muestran un enriquecimiento en elementos incompatibles (LILE y LREE) respecto a los elementos menos incompatibles (HFSE y HREE) que muestran menor enriquecimiento o incluso empobrecimiento con respecto a N-MORB. Anomalías positivas de Pb y Sr así como el enriquecimiento en LILE a comparación con HFSE y REE sugieren un origen de arco magmático.

Las composiciones isotópicas de Sr y Nd indican que los gabros   de Jilotlán, Tepalcaltepec y Manzanillo tienen una fuente común, comparable a N-MORB. Las edades modelo TDM son similares para los gabros y una cuarzomonzodiorita (~500 Ma en promedio) reflejando la participación de un componente cortical en su generación. Los datos isotópicos indican que los gabros pudieron generarse a partir de una combinación de manto y componentes corticales. La existencia de un arco extensional cretácico del Barremiano al Albiano (~130–100 Ma) propuesto en otros estudios, sugiere que los gabros fueron generados en un escenario de corteza adelgazada.

Las edades de 40Ar/39Ar en hornblenda y U-Pb en zircones de los gabros de Jilotlán son indistinguibles en ~114 Ma, lo que indica que su cristalización ocurrió ~40 Ma antes que la de los granitoides aledaños fechados en 70 Ma. La edad idéntica de los gabros en ambos sistemas isotópicos da evidencia de su emplazamiento somero y/o ascenso rápido. La edad de ~118 Ma (K-Ar en hornblenda) de una andesita de la roca encajonante de la Formación Tecalitlán, sugiere que los gabros pueden ser la contraparte plutónica de esta secuencia volcanosedimentaria.

Las rocas cristalinas del área de estudio son magmáticamente muy primitivas (εNdi ~+7, TDM máx. ~0.7 Ga) sin componentes corticales evolucionados en comparación con el batolito de Puerto Vallarta, al NW del área de estudio, que contiene componentes corticales del Precámbrico (εNdi ~-7, TDM hasta ~1.55 Ga). Esto evidencia un límite tectónico entre las dos áreas. Este estudio apoya la hipótesis de que una zona de sub- ducción de larga vida (por lo menos del Cretácico Temprano) generaba rocas magmáticas primitivas en un escenario de arco continental en el terreno Guerrero.