Edades K-Ar y Pb-Pb de condros individuales de condritas ordinarias mexicanas como trazadores de eventos de impacto prolongados

  • María del Sol Hernández-Bernal Instituto de Geología, Universidad Nacional Autónoma de México, Circuito de la Investigación Científica s/n, Cd. Universitaria, Coyoacán, 04510 México D.F., México.
  • Jesús Solé Instituto de Geología, Universidad Nacional Autónoma de México, Circuito de la Investigación Científica s/n, Cd. Universitaria, Coyoacán, 04510 México D.F., México.
Palabras clave: meteoritas; procesos de impacto; dilución isotópica; fechamiento K-Ar; fechamiento Pb-Pb; México.

Resumen

La edad del Sistema Solar se ha establecido en 4567 Ma, tomando en cuenta la edad obtenida en condritas carbonáceas consideradas como el material más primitivo del Sistema Solar. Sin embargo, la edad de los eventos posteriores que modificaron los materiales primigenios ha sido definida sólo parcialmente a través del uso de diferentes métodos geocronológicos. Para establecer la historia térmica de ocho condritas mexicanas y sus cuerpos parentales, en este trabajo se ha utilizado una combinación de análisis isotópicos por espectrometría de masas con ionización térmica, dilución isotópica y espectrometría de masas de gases nobles aplicada a condros individuales a fin de obtener edades K-Ar y Pb-Pb. Las condritas analizadas son tres del tipo H5 (Cosina, Nuevo Marcurio y Aldama), una del tipo LL5 (Tuxtuac), una L4 (Zapotitlán Salinas), una L5 (El Pozo), una L6 (Pácula), todas ellas del tipo ordinario, además de una carbonácea CV3 (Allende). Los condros analizados y la matriz de algunos de ellos muestran un rango amplio de edades K-Ar que van desde 4581 hasta 442 Ma, señalando que las condritas preservan un registro extenso de perturbaciones en el proceso de acreción de sus cuerpos parentales.

Se sugiere que el calentamiento parcial de los cuerpos parentales es el responsable de la gran diversidad de edades registradas en los condros, roca total y matrices de los meteoritos analizados. Los eventos prolongados e intensos de impacto bien documentados en las superficies de Marte y la Luna pudieron generar calentamiento y reiniciar parcialmente el cronómetro K-Ar de los cuerpos parentales de estos meteoritos.

Algunos condros de este estudio muestran edades presolares, similares a aquéllas de Ar-Ar reportadas previamente en el meteorito de Allende, sugiriendo que los cuerpos primordiales incorporaron algún tipo de material presolar, como ya se ha propuesto anteriormente.

Publicado
2018-02-08
Sección
SECCIÓN ESPECIAL, Orígenes y estructura del Sistema Solar